ANIMALES SAGRADOS: EL AVE
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"Yo soy el sol, soy la claridad, la luna, exclamó […]
Grande es mi esplendor. Por mí caminarán y vencerán los hombres.
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Porque de plata son mis ojos, resplandecientes como piedras preciosas, como esmeraldas;
Porque de plata son mis ojos, resplandecientes como piedras preciosas, como esmeraldas;
dientes brillan como piedras finas, semejantes a la faz del cielo.
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Mi nariz brilla de lejos como la luna, mi trono es de plata
y la faz de la tierra se ilumina cuando salgo frente a mi trono.
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Así, pues, yo soy el sol, yo soy la luna, para el linaje humano.
Así será porque mí vista alcanza muy lejos"*
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* Después de surgir la tierra y cuando el sol y la luna todavía no existían Vucub Caquix Siete Guacamayo (las siete estrellas de la Osa Mayor) proclama su esplendor. Los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué no permitieron que en presencia del Corazón del Cielo el Ave se envaneciera de riqueza y poder. Con su derrota se marca el inicio a una nueva era. Pie de imagen: Vaso ceremonial polícromo. Hunahpú derriba a Siete Guacamayo del árbol de la vida usando una cerbatana.
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