29.8.11

ONCEAVA ENTREGA

ANIMALES SAGRADOS: EL MONO
Dominaba el cálculo, siendo al mismo tiempo señor del canto, la pintura y la escultura. Símbolo de humildad, la figura del mono surge dentro de la civilización Maya desde los primeros tiempos: Una importante referencia lo relaciona  con una de las historias del Popol Vuh, en la que se relata lo sucedido a los dioses gemelos Hunbatz y Hunchouén(*), quienes fueron convertidos en monos por haber tratado con soberbia  a  sus medios hermanos, Hunahpú e Ixbalanqué. Otras asociaciones lo vinculan con la figura del escriba, a quien se le confería el privilegio de registrar, calcular, administrar, interpretar y transcribir prácticamente todos los conocimientos de su época, actividades que lo reflejaban como alguien sabio y justo. De forma simultánea, el mono está asociado con el júbilo y la alegría, ya que se le muestra sonriendo y bailando.

Detalle de una vasija en la que se observa al mono escriba mientras pinta o escribe un pasaje en un códice cubierto
con una piel de jaguar. Está
ataviado con un tocado horizontal con escamas de serpiente y una flor de nenúfar. 



 
(*) Hunbatz y Hunchouén: Sus nombres hacen referencia a los vocablos  batz y chuen,
que son los mismos con los que se designaban al mono aullador y al mono araña, respectivamente.